SENADO DISCUTIRÁ PROYECTO DE LEY QUE PROHÍBE COMERCIALIZACIÓN DE SALMONES O PECES ENFERMOS

(Ecoceanos,cl, 14 diciembre 2010) El Senado chileno discutirá un Proyecto de Ley que busca prohibir la venta, comercialización entrega o cualquiera otra forma de expendio u oferta de recursos hidrobiológicos, tales como peces, para el consumo humano, cuando éstos se encuentren enfermos, contaminados con sustancias nocivas para la salud de las personas o provengan de mortalidades generadas por agentes patógenos.

La iniciativa presentada por el Senador Alejandro Navarro establece que la regulación se incorpore en el Artículo Nº 107 de la Ley General de Pesca y Acuicultura, y se basa en la necesidad de dar cumplimiento a la Política Nacional de Inocuidad de los Alimentos y a la Ley del Consumidor. 

Este Proyecto de Ley surge luego que el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) anunciara el procesamiento de más 200 toneladas de mortalidades y peces infectados con virus ISA provenientes del centro de cultivo de la empresa Acuimag, ubicado en Bahía Perales, Provincia de Última Esperanza, Región de Magallanes. Esa cantidad de peces podría triplicarse en el corto plazo, ya que son 600 las toneladas de salmones presentes en el centro acuícola, donde se registró el primer brote viral de la Anemia Infecciosa del Salmón en la austral región. 

Frente a esta primera emergencia sanitaria en aguas patagónicas, el Centro Ecoceanos, la Liga Ciudadana de Consumidores, Consumers International, los senadores Alejandro Navarro, Guido Girardi y Pedro Muñoz, , y el Jefe del Laboratorio de Microbiología y Probióticos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, Guillermo Figueroa, solicitaron al Ministerio de Salud que prohíba la comercialización de estos salmones proveniente de este brote viral, mientras no exista una investigación científica concluyente sobre la inocuidad estos productos para la salud humana. 

El Proyecto de Ley en tanto, recoge esta demanda, y establece que “el Estado a través del Ministerio de Salud debe garantizar la aplicación del principio precautorio para asegurar el derecho de los consumidores, a la salud y al consumo de alimento inocuos, frente a un agente viral de reciente data en el país, que se encuentra en una activo proceso de expansión geográfica desde 2007 y posee gran capacidad para el cambio y adaptación a nuevos huéspedes”.

“Más aún considerando que por mandato constitucional deben someter su acción a la Constitución, y es del caso que el derecho a la vida y salud están consagradas expresamente en la Carta fundamental. En efecto, el Ministerio de Salud debe asegurar los derechos de los chilenos para acceder a alimentos inocuos y seguros frente a los productos de salmónidos provenientes del brote de Magallanes”, señala el texto. 

“Esto -precisa la propuesta legislativa- especialmente al ser miembro de la OCDE, lo cual obligan al país a tener las mismas normas, estándares, metodologías, técnicas y criterios para los productos que se exportan, como para los que se destinan al consumo interno, no pudiendo existir discriminación respecto a los consumidores nacionales”.

EXIGEN EVALUAR NIVELES DE RESIDUOS  
El Proyecto de Ley afirma que “al no existir tiempo para aplicar el período de carencia para metabolizar los productos químicos utilizados en los procesos de crianza y engorda, el Ministerio de Salud debe asegurar que las partidas de salmones que se están procesando para consumo humano no presenten residuos de antibióticos por sobre las normas internacionales, que ya ha sido antes causa de rechazo”.

La iniciativa senatorial destaca que “los chilenos tienen el derecho a saber cuál es el riesgo sanitario existente en el consumo de las partidas de salmones provenientes del brote de virus ISA en Magallanes. Para ello debe conocerse la evaluación de riesgo y la metodología científica y estandarizada que permite al Estado señalar que no existe riesgo al consumir peces de cultivo provenientes de mortalidades provocadas por este agente viral de alto dinamismo”.

VIRUS ISA A DISCUSIÓN EN EL SENADO
“En el caso del manejo del primer brote de virus ISA en la Región de Magallanes, reconocido oficialmente por el Sernapesca el 5 de noviembre de 2010, ha dejado en evidencia una serie de graves incumplimientos a las regulaciones sanitarias, ambientales y de manejo acuícola existentes en el área” reza el Proyecto de Ley.

Además, se refiere a la sobreproducción de peces existente en el centro de cultivos de la empresa Acuimag, el que triplica lo aprobado en su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), correspondiente a 220 toneladas anuales. “Esto implica la existencia de altas concentraciones de peces en sus 10 balsas jaulas, de lo que es posible inferir que el potencial volumen de salmones en riesgo de ser infectados por el virus ISA correspondería a unos 600.000 kgs de Salmón del Atlántico”.

“Llama la atención que a una misma partida de 230.000 kgs de peces infectados, se le hayan aplicado diferentes tratamientos: 11 de un total de 50 toneladas fueron efectivamente eliminadas en el vertedero municipal de Punta Arenas. Una cantidad indeterminada de miles de kilos fue incinerada ilegalmente en el centro de cultivo de Bahía Perales, y otra cantidad, también indeterminada de miles de kilos, estaría siendo procesada para consumo humano”, expone el Proyecto de Ley que se discutirá en el Senado. 

Agrega que “sin embargo, no existe información sobre el volumen total, tipo de peces afectados (smolt, reproductores o engordas) y el destino final que tendrán estas producciones de congelados de Salmón del Atlántico provenientes de este brote de virus ISA. Tampoco es claro que la planta procesadora de Pesquera Edén sea el único lugar donde se estaría procesando y congelando estos peces infectados”.

PROYECTO CUESTIONA A SERNAPESCA
El texto legislativo además cuestiona el rol que ha jugado el Servicio Nacional de Pesca de Magallames frente a esta emergencia sanitaria. “Preocupan las afirmaciones del director regional del Sernapesca, Patricio Díaz, asegurando la absoluta inocuidad del consumo de salmones infectados, basándose en información difundida por el sector empresarial y en la falta de estudios epidemiológicos sobre humanos expuestos al consumo de peces muertos por brotes de este patógeno, pues el que la literatura a la fecha no describa los efectos del virus sobre humanos, no significa que no exista peligro”.

El Proyecto de Ley asegura que “la producción industrial de salmones cuenta en Chile con un sistema de trazabilidad administrado por el Sernapesca, lo que debiera facilitar conocer la inocuidad de los productos provenientes del centro de Bahía Perales afectado por este brote de virus ISA, especialmente sobre presencia de residuos de antibióticos y otros químicos empleados en su producción. Dicha información debiera ser conocida antes que dichos productos sean comercializados y exportados”.

TEMA INTERNACIONAL, NO LOCAL
Para el Director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, “no es aceptable permitir que la industria, en función de reducir sus pérdidas comerciales, continúe con la impresentable práctica de comercializar sigilosamente sus mortalidades masivas de salmones provenientes de brotes virales, más aún cuando van asociado a la presencia de residuos de antibióticos”.
 
El médico veterinario agregó que “este hecho que fue habitual durante la crisis del virus ISA entre el 2007 y 2009, viene ocurriendo al amparo de la total falta de información de los ciudadanos y de los potenciales consumidores nacionales e internacionales”.

Según el director de la organización ciudadana, “los bajos estándares sanitarios y las malas prácticas existentes en la industria salmonera, a pesar de la denominada nueva “salmonicultura 2.0”, quedan de manifiesto en los casos de las producciones de salmones provenientes de Magallanes”.

Juan Carlos Cárdenas afirmó que “a ello se suma el aspecto internacional del tema sanitario en la acuicultura nacional, al conocerse la reciente acción judicial de la empresa danesa “Vega Salmón” contra la salmonera chilena Multiexport, por el envío al mercado europeo de 300.000 kg. de salmón en mal estado sanitario, los cuales según médicos veterinarios noruegos, provenían de mortalidades peces o peces enfermos al momento del procesamiento, lo que finalmente obligó a su destrucción en el puerto de Hamburgo, Alemania